¡Sí señor! Nos enorgullecemos de todo lo que es fresco. Vamos cada día al mercado a comprar lo que nos hace falta: las coles, las patatas, la carne… Somos gente de mercado y nos gusta lo que tenemos en casa. Por eso todas nuestras materias primas son autóctonas, como nosotros y como vosotros, a los que os gusta comer la cocina de casa.
Nuestra elaboración no tiene secreto… Bueno, quizás alguno sí: lo hacemos todo como si cocináramos en casa, como han hecho siempre nuestros abuelos y bisabuelos, y los tatarabuelos, y los abuelos de los tatarabuelos…
El magret y la panceta los salamos y dejamos curar.
Para hacer las longanizas, no hacemos más que trinchar la carne, salpimentar, embutir y dejarla que las tripas se curen como hemos hecho siempre. Por eso tienen esa forma plana, como las longanizas de payés.
Una vez lo tenemos bien cocinado, lo envasamos de diferentes maneras: entero para los que les gusta cortar la pieza, y en lonchas para perezosos y prácticos.
¡Cada día distribuimos a las tiendas y supermercados un trocito de la Cerdanya para que llegue a su plato recién hecho!